Los tixileiros eran los oficios que desde tiempo inmemorial desempeñaron los pueblos de Astierna (Sisterna), Ibias, en relación con la madera y los tornos.
Aquellos hábiles artistas de la madera (los torneiros) trabajaban largas temporadas en sus pueblos elaborando todo tipo de utensilios (la tixela) con sus tornos, para luego venderlos en los mercaos, ferias, pueblos. Incluso llevaban consigo esos tornos en las caballerías, para confeccionar por los pueblos los utensilios solicitados.
Elaboraban con madera, cortada a su tiempo (en los menguantes sobre todo), cualquier utensilio para la casa o para el campo: artesas, concas, cimbreiras, iscudiedas, xarras…
Pasado el invierno, los tixileiros salían por los pueblos y regiones peninsulares, como uno de tantos oficios transhumantes. Incluso tenían su jerga gremial, con la que se comunicaban entre ellos, al tiempo que guardaban los secretos de su oficio ante los vecinos de los pueblos por los que pasaban (freixa, coubis, acuntigar…). El término “cunqueiros” no se lo aplicaban a sí mismos los habitantes de los pueblos tixileiros -me precisa Roberto Gavela, hijo de Manuel y sobrino de Valdovinos, artesanos de siempre en este inmemoral oficio en el ingenio de las tixelas (los cuencos, los concos, de otras zonas). Los pueblos realmente tixileiros eran: Astierna (Sistierna), El Bao (Ibias), El Corralín y Trabáu (Degaña) -me explica también Roberto, por nacencia buen conocedor de aquellos parajes.
El término “cunqueirus” es empleado por el estudioso Joseph A. Fernández, de los que da una detallada información profesional, económica, social, humana… (ver libro El habla de Sisterna, CSIC. Madrid. 1960, pp. 11 ss.). Y aclara en nota Joseph A. los términos diversos: “el nombre cunqueiros… se conserva aún en los pueblos circundantes, todos los cuales llaman a los de la parroquia de Sisterna cunqueiros. Entre éstos, es un poco más corriente llamarse tixileiros, palabra análoga procedente de tixela (escudilla).
Una vez más quedan algunas coplas para recordar la dura vida de los artesanos en los pueblos de montaña:
“Los cunqueiros vanse, vanse; las cunqueiras tsoran, tsoran, ¡ay de mí, triste aburrida! ¿con quién voy dormir ahora?”